TAN SIMPLE COMO...

¿Nos damos cuenta de lo que nos rodea?

No todo el mundo tiene el privilegio de vivir en una casa con agua caliente, calefacción, una cama donde poder dormir...mientras que otros tienen que buscarse la vida para poder localizar un pequeño refugio entre dos cartones para calentarse y resguardarse del frío.

Deberíamos pararnos a pensar en la suerte que tenemos y que otros la desean. No cuesta nada ayudar a las personas que verdaderamente lo necesitan, sea de la forma que sea, pero que al menos se sientan especiales por un día, queridos o escuchados, significa mucho más que darles limosnas.

Refugiarse en los Hobbies.

Amanda estudió arquitectura por una serie de sucesos personales lleva diez años viviendo en las calles de Madrid. Esta mujer cuenta como nunca hubiera imaginado su vida de este modo debido a que fue siempre una chica afortunada. También dice que es ahora cuando agradece su infancia y que actualmente un café le hace sentirse feliz a diferencia de antes. Con frío diariamente y sin mantas, con hambre y sin nada para saciarse, sola y poco querida. Así es como Amanda dice que se sienten todos los que se concentran en la Plaza Mayor para darse calor mutuamente y poder superar el frío de la noche. Amanda se refugia en sus pinturas e intenta sobrevivir gracias a ellas.

Unos con tanto y otros con tan poco.

Que irónica la vida, unos con tanto y otros con tan poco. Unos entran sin nada y salen con tanto, y otros esperan deseosos de que alguno comparta con ellos aunque sea lo mínimo. Muchos están en la salida de los bancos pensando que la gente les dará algo, esperan que la sociedad les ayude ya que hemos nacido para ayudarnos. ¿Qué pensará aquella gente sentada en la calle, viéndonos pasar con lo que para ellos sería un lujo? No hay más que ver sus caras llenas  de desesperanza.